Es el año 2012. Frustrado por el rumbo que está tomando la iglesia, el cardenal Bergoglio solicita el permiso del Papa Benedicto para retirarse. Sin embargo, el Papa Benedicto convocará a su crítico y futuro sucesor en Roma. Entre ambos se sucederán extensas charlas para buscar posturas en común. Tras los muros del Vaticano, habrá un profundo debate entre la tradición y el progreso, con el objetivo de forjar un futuro para los millones de fieles católicos de todo el mundo. Además, Benedicto