Shaun (Gabrielle Union) es una madre de dos hijos que acaba de perder a su padre. Como legado, hereda una casa en Malibu, por lo que decide mudarse allí junto a los pequeños. En la mansión hay cuatro inquilinos no deseados que tratan de hacerse con la caja de caudales del padre de Shaun y escapar con todo lo que lleva dentro. Los atracadores secuestran a los niños y dejan a la madre fuera de la casa, que resulta ser una fortaleza, pero no se quedará de brazos cruzados. A partir de aquí,