Han pasado cuatro años desde que aquel gran tiburón blanco aterrorizara al pequeño pueblo costero de Amity. El jefe de policía Brody sigue preocupado, a pesar de que hay en marcha varios proyectos para reavivar el interés turístico de las playas. El alcalde Larry Vaughn da la bienvenida al inversor Len Peterson y su equipo al pueblo. Dos submarinistas exploran la zona donde apareció el peligroso escualo en el pasado, y son devorados por otro enorme tiburón no sin antes obtener uno de ellos una