La víspera del 28 de junio de 2011, los periodistas suecos Martin Schibbye y Johan Persson pusieron todo en juego al cruzar ilegalmente la frontera de Somalia a Etiopía. Después de meses de investigación, planificación e intentos fallidos, finalmente estaban en camino de informar sobre cómo la despiadada búsqueda de petróleo afectó a la población de la aislada y asolada región de Ogaden. Cinco días después yacían heridos en la arena del desierto, fusilados y capturados por el ejército etíope.